«Es a través de la educación y de la prevención como se deberían modificar conductas sustentadoras de las agresiones…» Boletín criminológico. Instituto Andaluz Interuniversitario de criminología.
La cara amarga de esta feria es la realidad delictiva, las conductas delictivas llevadas a cabo durante estas fiestas producidas en un contexto de ocio con gran concurrencia de personas, favorecidos por el consumo excesivo de alcohol y drogas.
No pretendo hacer un estudio criminológico sobre el tema, puesto que me faltarían datos y esa labor la hacen de una forma encomiable mis compañeros del Instituto Andaluz de Criminología, tan sólo quiero dar la visión de una Abogada del turno de oficio que le ha tocado estar de guardia un día de feria y fiesta local, es decir asistir, en las diferentes comisarías de Málaga, a aquellas personas que han sido detenidas por la comisión de un hecho constitutivo de delito .
Por ello he tenido la oportunidad de hablar con policías, delincuentes y víctimas y he observado cómo en este contexto de fiesta-feria aumenta el comportamiento agresivo, más en los hombres, favorecido por el alcohol y sustancias estupefacientes. He tenido que asistir a numerosos casos de violencia: de género, en el ámbito familiar, atentados a agentes de la autoridad … y lo curioso es que un número muy alto de estos hechos se ha producido en el propio recinto ferial, tanto en la feria de día como en la de noche.
Pero el hecho que más alarma social y mayor repulsa ha producido, ha sido la presunta agresión sexual , “violación” cometida a una joven de 20 años que acababa su jornada laboral en el recinto ferial, por parte de cinco individuos, dos de ellos menores de edad. A todos nos ha sorprendido la decisión de la jueza de decretar la libertad de los detenidos a los que se les imputa un delito de violación y otro de robo con fuerza pero bien es cierto que ella tiene unos elementos de juicio ( declaraciones de agresores y víctima, posibles testigos, atestado policial, informes médicos…) que el resto desconocemos, nuestra única fuente de información son los medios de comunicación que en muchas ocasiones provocan alarmas poco afortunadas.
No obstante como mujer y madre, antes que abogada, la empatía con una víctima de una conducta sexual agresiva, no consentida, cometida por uno o varios individuos que se potencian sexualmente, me provoca un fuerte rechazo hacia los agresores, hombres con un perfil en su mayoría de excluidos, marginales, machistas frustrados, cobardes, generadores de violencia, que no han visto colmadas sus expectativas y las incrementan con el alcohol y drogas, excitación… son seres conscientes de que su único interés era la satisfacción sexual.
No sé si la población en general y las mujeres en particular podremos llegar a comprender las causas que originan las conductas violentas que ejerce el hombre sobre la mujer, esta sociedad ausente de valores, de ideales, de comportamientos sociales que puedan modificar estas acciones.
Por eso cada uno de nosotros, desde nuestra posición, debemos luchar por evitar que estos hechos ocurran ya que a las víctimas lo único que les queda es que se haga justicia.
Como dice el prestigioso psiquiatra Claudio Naranjo: «nuestra educación es demasiado intelectual, institucional, individualista, patriarcal y poco humanística. Nuestra sociedad sigue siendo machista y depredadora…»
Hablando de Derechos 
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